Me despierto con un dolor de cabeza insoportable.
-Esta es la mayor resaca de mi vida -comento- y sin beber.
A tientas, busco una pastilla en mi bolsillo y la tomo. Apoyo la mano en el sofá, qué blandito. No sé dónde demonios estoy pero está blandito. Mola.
Me levanto y a tientas voy hacia la puerta. Salgo a la calle, aun sabiendo lo arriesgado que es, mas al salir tropiezo con algo que parecía una especie de rama alargada que me podría servir de bastón. Comienzo a andar pero me doy cuenta de que debo tener una pinta horrible...busco en mi bolsillo y efectivamente encuentro un trozo de venda que usé cuando me rompí el brazo [qué tiempos, ayss...] y me lo anudo alrededor de la cabeza, tapando las cuencas de mis ojos. Moviendo las orejas y giado por el ruido y el olfato me dirijo hacia algun lugar con gente.