El Viejo Molino

Camina por el sendero que lleva al molino, tranquilamente, paseando. Cuando llega al molino, busca Perpi por los alrededores y al no encontrarlo, decide entrar. Empuja ligeramente la puerta, pero al notarla cerrada frunce el ceño.

- Alhïa... -murmura, la puerta se abre inmediatamente. Entra, cerrandola tras de sí, y la oscuridad la golpea. Extiende la mano con la palma hacia arriba, y crea una bola de luz negra y alumbra un poco la instancia. Busca a Perpi por el piso de abajo dsin resultado y decide subir al piso de arriba.

Entrecierra los ojos para que no le deslumbre la luz y sonríe. Se incorpora sigilosamente y pone el pie encima de un saco de harina. Mira la ropa mojada de Weu y sonríe más ampliamente al ver como se le queda pegada al cuerpo.

- Aquí tienes tú toalla Weu -dice riendose y le tira el saco de harina encima

Tan solo le da tiempo a mirar hacia arriba y a ver como le cae el saco de harina encima, pringandola por completo. Con la impresión tira la bola de luz hacia arriba, deslumbrando a Perpi. Se sacude la harina de la ropa y le mira mal.

- Esta noche duermo en mi habitación, que lo sepas -extiende la mano de nuevo- Mi toalla, por favor -dice soplandose un mechón lleno de harina para aparselo de la cara.

Sacude su pelo rojo, que se ha vuelto blanco por la harina y coge la toalla que le tiende.

- Te fastidias -sale por la puerta y se comienza a desnudar, dejando la ropa a un lado. Se tira de cabeza al río que pasa justo al lado del molino y bucea un poco, sacando la cabeza totalmente limpia, después de unos minutos.

Se levanta encorvado, y aún dolorido, con una mano en las costillas y otra en la cabeza. Se mira la mano y comprueba que tiene sangre en uno de los dedos.

- Mierda, me he hecho sangre -dice saliendo y dirigiendose hacia Weu. Se sienta en la orilla y sacando un pañuelo del bolsillo y se lo coloca en la cabeza, intentando para la hemorragia- Sabes que me podría haber matado, ¿no? Y estoy bien, gracias por preguntar -dice sarcasticamente

Nada con solo la cabeza fuera del agua, acercandose a Perpi. Se situa cerca de él, y coloca sus manos en la orilla, a cada lado del elfo. Se impulsa para salir del agua, y darle un beso. Desliza sus labios hasta su oido.

- ¿Y tú sabes que hueles a sangre? -dice bajando su boca hasta el hombro del muchacho, mordiendole y lamiendo la sangre de la herida que le acaba de producir

Suelta un pequeño quejido al sentir los colmillos clavandose en su hombro y sonríe después. Le alza la barbilla y le da un suave beso en los labios. La mira de arriba abajo y se ríe, tendiendole la toalla.

- Tapate anda, que se te ve todo -se tapa la herida del hombro y mira a la vampiresa que llega- Buenas... noches. Soy Perpi, ¿Y tú? -se mira la mano ensangrentada

Mira a la vampiresa y la mano ensangrentada de Perpi. Haciendo un esfuerzo, se pone la toalla y deja de respirar para cortar los olores.

- Weura, encantada -diciendo esto, sale de allí, con Perpi, chasqueando los dedos, y teletransportandose